Claves para entender a tu adolescente

Así, cómo el cuerpo físico de tu hijo, se pega un estirón durante la adolescencia, los procesos mentales también llegan a su cumbre con el desarrollo de lo que Piaget denominó las operaciones formales, generalmente a los 11 años.

Dicho de manera simple, esto significa que ahora pueden:

  • Pensar de manera temporal, esto les permite integrar lo que aprendieron en el pasado utilizarlo en el presente y hacer planes para el futuro.
  • Pensar en términos de lo que podría ser y no sólo de lo que es.
  • Imaginar posibilidades y someterlas a prueba.
  • Utilizar símbolos que representan símbolos, como X = Y, por eso ahora puede aprender algebra y calculo. Y sacar conclusiones más profundas de las situaciones.
  • Apreciar mejor las metáforas y; por ende, pueden encontrar significados más profundos en la literatura.
  • Sienten emociones hacia conceptos abstractos. Por ejemplo: “Odiar la desigualdad”, “estar a favor de la sostenibilidad”, etc.

Como vemos, son varias habilidades nuevas y como cualquier cosa nueva, uno siempre la quiere utilizar; pero primero hay que aprender a utilizarlo.

Según, el psicólogo David Elkind (1984, 1998), los adolescentes presentan características inmaduras en su pensamiento; porque, están aprendiendo a utilizar sus nuevas habilidades.

De la misma manera en que están adaptándose a sus nuevos cuerpos, también están adaptándose a esta nueva forma de pensar; la cual, conlleva a una transformación en la manera en la que se ven a sí mismos y al mundo. 

Elkind señala 6 maneras usuales en las que éste pensamiento inmaduro se presenta:

  1. Idealismo y tendencia a la crítica: Ahora el adolescente puede pensar en lo que “podría ser” entonces, imagina ese mundo ideal que no es y critica el mundo que es. Se sienten identificados con quienes los acompañan con este sentimiento. Por eso, les gustan, los programas que critican a figuras públicas, a la sociedad, etc. Debido a sus ideas de cómo deberían de ser las cosas, están seguros que manejarían mejor el mundo que los adultos y encuentran defectos en sus padres y otras figuras de autoridad, como lo profesores.
  2. Tendencia discutir: Necesitan utilizar sus nuevas capacidades de razonamiento, para lo que buscan oportunidades de discutir y generar argumentos; ya que esto les permite utilizar su nueva lógica.
  3. Indecisión: Prácticamente están comenzando a decidir, por ésta razón aún no han definido su técnica, ni han ganado suficiente confianza en sus decisiones. Esto les genera dificultad incluso tomando decisiones sencillas como: qué ropa ponerse; si salir con un amigo o no, etc.
  4. Aparente hipocresía: Aún no reconocen la diferencia entre expresar un ideal y hacer los sacrificios que éste demanda. Por ejemplo: pueden estar a favor de la sostenibilidad del planeta, pero siguen utilizando bolsas de plástico regularmente.
  5. Autoconciencia: Ahora pueden pensar acerca del pensamiento, tanto propio como el de las otras personas. Esto genera lo que Elkind denomina “Audiencia imaginaria” significa suponer que todas las personas están pendientes de lo que uno hace y que uno es el centro de atención. Esto produce que se sienta preocupado por temas como: “Vestir la ropa incorrecta”, “mostrarse tal y como son”, etc,

Ojo: la fantasía de la audiencia imaginaria es frecuente en la adolescencia, pero persiste en la vida adulta en un grado menor.

  1. Suposición de Singularidad e invulnerabilidad:  Elkind utiliza el término de “fábula personaI” para describir la creencia de los adolescentes de que:  I)Son especiales II)Su experiencia es única III)No están sujetos a las reglas que gobiernan al resto del mundo.

Claro, con estas premisas indudablemente uno puede pensar cosas como: “la marihuana a mí no me hace nada malo”, “No me va a pasar nada; aunque, maneje rapidísimo”, “Nadie ha estado tan enamorado como yo”. Y de estos pensamientos pueden derivar muchas conductas de riesgo. La fábula persona también continúan en la edad adulta.

Estoy segura de que teniendo estás características claras, ahora podrás comprender mejor lo que le pasa a tu hijo/a y así mejorar la relación él/ella.

Y si aún necesitas más apoyo, pide tu consulta, atiendo de manera presencial y virtual.

 

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