Permiso para ser "Imperfecta".

Hay una diferencia entre ser perfeccionista y querer dar lo mejor. La diferencia es la motivación, quien quiere dar lo mejor, está motivado simplemente por mejorar; mientras que al perfeccionista lo mueve el miedo a exponer sus fallas y a perder el control.

El perfeccionista elige objetivos exigentes y difíciles de alcanzar. Es muy duro al juzgarse a sí mismo. Que dio lo mejor  de él, no cuenta, si no está perfecto, no sirve. Entonces se muere de miedo de comenzar, porque no quiere fallar.

El espacio entre lo que  espera hacer y lo que realmente  hace es el nido donde se incuba la ansiedad que puede desembocar en temas como: procranistación, anorexia, abuso de sustancias, etc.

Efectivamente, muchas veces los perfeccionistas conseguirán los resultados que buscan, el tema es el malestar que se genera durante el proceso o cuando no se lograron los resultados. El perfeccionismo no es igual para todos. Hay gente más perfeccionista que otra pero, afortunadamente, ésto  se puede corregir.

Primero, es importante superar el pensamiento: “todo o nada” ya que bajo éste lente percibimos cualquier cosa como: “perfecto o fracaso” y no es así, recordemos que hay escalas entre éstos dos puntos como: malo, normal, bueno, muy bueno, etc.

Por otro lado, tu valía, es decir tu amor por ti, debe ser incondicional, te quieres y vales, simplemente por ser el humano que eres. Tienes derecho a equivocarte, a ser imperfecto, a perder el control, a no tener las respuestas de todo y aún así quererte.

Para incorporar éstas nuevas creencias, comienza cuestionando las que ya tienes:

“Debo comportarme de X forma, si no, no valgo nada”; “Debo mantener mi imagen a todo costo”. Preguntaté ¿Qué puedo hacer? en lugar de  ¿Que“debería” de hacer?

“Tengo que aprender todo rápido y sin esfuerzo, si no soy un tonto”. Es normal enfrentar incomodidad al aprender algo nuevo, la incomodidad sólo significa que éstas fuera de tu zona de confort, se paciente contigo trátate bien.

“Todo lo que hago tiene que ser perfecto”. Este es el miedo que paraliza y hace que las cosas no se hagan. Recuerda que todo es un proceso, si éstas lanzando un producto, es mejor lanzarlo y mejorarlo en el camino, que jamás hacerlo.

“Tengo que ser el mejor de todos”. En lugar de compararte con otros y sentirte mal contigo mismo, aprende de los mejores, pregunta sus técnicas, cómo lo hicieron y cuánto les costó llegar hasta ahí.

Recuerda la frase de Dali: “No tengas miedo a la perfección, nunca la alcanzarás”

Así que date permiso para ser imperfecto y poder hacer cosas que jamás imaginaste.

Photo by Mallory Johndrow on Unsplash

 

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