Científicos por naturaleza, los humanos constantemente estamos lanzando hipótesis que nos permitan comprender el funcionamiento de nosotros, de los otros y del mundo.

El tema es que estás hipótesis, pueden ser positivas o negativas. Por ejemplo: el compañero nuevo de trabajo que no saluda cuando llega, entonces yo pienso que es un pesado y tampoco lo saludo, así la cadena continua y confirmo mi hipótesis.

Probablemente solo era tímido, pero nuestra tendencia a llenar vacíos nos impulsa a poner etiquetas y cuando las situaciones son negativas automáticamente sale la crítica disparada, para donde caiga. 

El problema de criticar es que nos llena de emociones negativas como rabia y cólera porque algo no es, como yo pienso que “debería de ser”;  o  miedo porque no me considero suficientemente bueno o capaz para…

Bajar la frecuencia con la que critico, tanto a mí como a los otros, es un acto de amor hacia mi mismo, no es un simple tema teórico que respetar por que sí. Si bajo mi nivel de crítica, automáticamente me genero bienestar porque no estaré acumulando estás emociones negativas que les comenté.

La pócima mágica para superar la crítica, es la curiosidad.  esta me permite entender los sucesos, abrir mi mente, ampliar perspectivas. Entonces, si me va mal en el examen de matemáticas, en lugar de decirme a mi misma que soy muy mala en las matemáticas, puedo preguntarme con curiosidad ¿Qué me paso? ¿Por qué me fue mal en el examen? ¿Por qué los temas con números me son tan difíciles?

Si no aguanto a mi compañera de trabajo por que me parece que es una doble cara, que solo se dedica a alabar al jefe para que la ascienda, puedo pregungarle con honestidad, si en realidad ella creeo que el jefe es tan maravilloso, probablemente haya visto algo en él que yo no he notado.

Es natural tener una reacción negativa hacia las cosas malas que nos pasan o las personas que piensan diferente a nosotros  pero justo es en ese momento en donde podemos escoger cómo enfrentar la situación: criticándola o intentando entenderla.

La curiosidad tiene de brindarme una perspectiva que antes no había visto lo cual permite que se  genera una mejor adaptación ante la situación, cualquiera que sea, ya que tiende un camino hacia la comprensión del otro, de uno mismo y del mundo. Nos motiva a hacer cosas nuevas y mantiene viva la capacidad de asombro.

Para desarrollar la curiosidad es necesario:

1. Reemplazar la crítica por la curiosidad: tratar de entender po qué el otro actua de esa manera.¿Para qué mes está sucediento este situación?
2. Respetar otros puntos de vista.
3. Hacer preguntas abiertas, ejemplo:¿Cómo así te gusta?¿Qué te motiva a actuar de ésta manera?

Jamás creeré que la curiosidad es mala y tampoco creo que algún gatito  muerto por curiosidad, más bien la no curiosidad; si estý segura que la crítica genera malestar, miedo e inmobiliza al ser human.

Así que tu decides con qué opción quedarte.

Foto por Samuel Zeller on Unsplash