¿Se han dado cuenta que hay un enorme parecido entre la ley de la atracción y los objetivos que se utilizan en las empresas?

Claro, ¿que pasaría si llega el gerente de tu empresa y te dice que hagas tu “visión board” del año y además unas afirmaciones para que repitas constantemente.

Seguramente dirías que este tipo está loco, aunque tengas tu “visión board” pegado en la pared frente a tu cama y lo veas todos los días.

Lo que sí está permitido es que te pida tus objetivos. Revisemos una de las metodologías más utilizadas en la actualidad.

SMART:  Viene de las siglas en inglés:

S Specific /Específico: Desccribir claramente lo que uno quiere lograr.

M Measurable /Medible: ¿Cómo saber cuándo ya lo lograste?

A: Attainable/Alcanzable: Es la justa medida entre ambicioso y alcanzable.

R: Realist/Realista: Tiene que estar dentro de nuestras posibilidades.

T: Time/Tiempo: Poner una fecha límite.

Lo cual al final, es la misma técnica que la ley de la atracción sostiene: “tener claro lo que uno quiere y entre más específico sea mejor aún. Porque de esta manera el objetivo se cristalizará más rápido.

¿Por qué es tan importante ponerse objetivos?

Acá no es necesario que creas en la Ley de la Atracción, que hayas leído a Conny Mendez ni que seas un fanático de toda esta onda New Age.

Pero fríamente hablando todos los planes de trabajo vienen con objetivos y esto es porque los objetivos nos permiten ir hacia una dirección, nos dan un norte.

Es algo así como cuando sales de tu casa, tienes que tener en mente hacia dónde vas porque si no sabes a dónde vas, puedes caminar por horas sin llegar ningún sitio.

Es más; aunque, no nos demos cuenta nuestra vida, está regida por objetivos, el problema es que muchas veces no somos conscientes de esto y vivimos con objetivos mediocres.

Un objetivo clásico, que mucha gente adoptó de manera inconsciente es “Pagar las cuentas al fin de mes”, no es tan motivador, pero sí lo suficiente como para hacernos cumplir con esa rutina que hace tiempo no nos gusta.

Luego nos quejamos porque el dinero sólo nos alcanza para pagar las cuentas y porque estoy aburrido/a de mi trabajo. Sin embargo, estamos cumpliendo con nuestro objetivo de “Pagar las cuentas al fin de mes”.

Si quieres pensar que esto funciona por la ley de la atracción, estás en todo tu derecho, no te contradigo; pero además hay algo importantísimo que tienes que conocer y es el Sistema de Activación Reticular.

Mejor conocido por sus siglas SAR, este sistema trabaja como un filtro en nuestra mente y es el encargado de elegir, de toda la información que recibimos cada segundo, que información pasa a nuestro consciente, o sea ¿qué vemos de esta realidad?

El objetivo lo que hace es guiar a éste sistema SAR para que dentro de toda la información que recibimos, filtre la información que tiene que ver con nuestro objetivo. Sea bueno o malo, porque para la mente no existen esas distinciones. La etiqueta de bueno o malo, la pones tú.

Entonces si tu objetivo es “Pagar las cuentas a fin de mes” en tu día a día solamente vas a ver información que te lleve a cumplir con este objetivo.

Aunque se te presenten oportunidades para ganar más dinero, ni siquiera vas a poder verlas, porque tu sistema SAR está enfocado en “Pagar las cuentas a fin de mes”. 

Es más, seguro vas a ver evidencia de que no hay trabajo o de gente que la va mal; pensando esto, ni siquiera intentarás buscar una forma adicional de ganar dinero y así te mantendras centrado en tu objetivo de “Pagar las cuentas a fin de mes”. 

Por eso las afirmaciones diarias sirven, porque a través de la repetición comienzan a programar a nuestro sistema SAR para que reciba información acorde con estas.

Si ya te disté cuenta de la importancia de elegir de manera consciente tus objetivos, acá te doy las pautas para que lo hagas de una vez y tomes el control de tu vida.

Claves para elegir tus objetivos

1. Tienes que definir qué es lo que quieres. Analiza las áreas de tu vida: profesional, salud, pareja, social, financiera, etc y ponle una nota del 1 al 10. Comienza con las áreas con menor nota. Además, siempre hay un área en tu vida que tendrá mayor impacto sobre las otras áreas y si reparas esa área automáticamente las otras mejorarán. ¿Cuál es esa área en tu vida?

2. Cuando elijas tus objetivos, tienes que asegurarte de pedir objetivos que te motiven, pero de verdad. Imagínate que eres un niño que le está escribiendo una carta a Papa Noel y escribe tus objetivos desde allí. Comienza tres.

3. Tu objetivo tiene que estar redactado de manera súper clara. Entre más específico mejor. Por ejemplo: “Quiero ser exitoso” No sirve. Tienes que definir ¿Qué es ser exitoso para ti? Una manera de redactarlo podría ser: Ganar US $ 5,000 dólares al mes, haciendo el trabajo que me gusta, y generando valor en la vida de otras personas.

4. Definir la fecha para la cual ya estará cumplido.

5. Una vez que tengas tu objetivo bien claro, pregúntate ¿para qué lo quieres? ¿Para qué quieres ganar US $ 5,000 dólares al mes? Recuerda que al final de tu vida no te servirán de nada las cosas que acumulaste, lo importante es la persona en quien te convertiste. Está bien que quieras cosas materiales, las necesitamos mientras estemos en éste cuerpo pero ten bien claro para qué las quieres. El para qué, es lo que te va a hacer encontrar la forma de hacerlo, así que defínelo bien.

6. Crea tu estrategia. Y comienza haciendo algo para lograrlo el día de hoy. Así sea buscar información para descubrir cómo hacerlo. Porque no es importante que no tengas claro el cómo, lo importante es que sepas el para qué y las respuestas aparecerán en el camino. Pero si es importante que te pongas en acción y que estés 100% comprometido con tu objetivo.

7. Revisa tus objetivos con frecuencia, Esta es la razón por la que los objetivos de año nuevo, no se cumplen, por que las personas los hacen y luego dejan la lista tirada por ahí y cuando la revisan al final de año se dan cuenta de que no hicieron nada. Dale importancia a tus objetivos y comprométete con ellos y contigo.

8. Imagínate con el objetivo logrado. Visualiza cómo será tu vida, cómo serías tú, una vez que ya hagas logrado ese objetivo. ¿Qué emoción sentirías? Cualquier detalle lo más claro que puedas. Esto sirve para que cada día te convenzas más de que eres capaz de lograrlo y estés atento a las oportunidades que se te presentan en el camino para materializarlo.

Te vas a dar cuenta de que una vez que tomas la decisión de hacerlo, el Universo se alinea contigo y el “cómo! comienza a aparecer.

Cuando yo hice mi blog, estaba en esas épocas de transición en las que no podía invertir ni un centavo. Tenía la idea de lo que quería hacer y para qué lo quería, hace más de 1 año. Hasta que al final un día me decidí y lancé mi primer artículo por Facebook.

Ese mismo día apareció un gran amigo, con el que no hablaba hace años y me preguntó si tenía página web, le dije que no, pero que tampoco podía pagar por una web. Me dijo: “Cómprate tu dominio y yo te envío tutoriales para que te lo hagas tu misma. Y así lo hice. Jamás se me hubiera ocurrido que yo misma podría hacer mi página web, pero así fue.

Al día siguiente apareció un amigo diseñador gráfico, y se ofreció a hacer mi logotipo. Le dije que no tenía plata y me dijo: “No te preocupes por eso, págame lo que quieras” y así todo se ordenó, mucho mejor de lo que yo me lo hubiera imaginado.

Así que ya sabes, tú pide no más y el Universo encontrará la manera de dártelo.

Photo by Darren Coleshill on Unsplash