“Si no puedes cambiar la situación, cambia de perspectiva.” Efectivamente funciona, no es lo mismo decir: “Estoy aburrido” que “estoy relajándome”, la acción es exactamente la misma, pero la perspectiva desde donde lo vemos es diferente.

La perspectiva se refleja en las palabras que utilizamos. Las palabras son las que generarán una emoción en nosotros y la emoción nos da el impulso para realizar la conducta.

La perspectiva es lo único que siempre va a depender de mí; porque yo soy el observador principal en la historia de mi vida. La vida es una combinación de múltiples factores y la atención no alcanza a centrarse en todos.

Como soy el observador principal en mi vida, elijo qué parte de mi vida es la que recibirá mayor atención. Igualito que cuando tomo una foto y elijo el elemento principal, el resto se convierte en el fondo.

Para cambiar la perspectiva lo que tenemos que hacer es buscar otros ángulos o marcos de referencia, desde dónde mirar la situación. Podemos agrupar los marcos según las situaciones a tratar:

Metas o retos:

Marco Problema: centrar la atención en los síntomas indeseables y la búsqueda de las causas que los provocan. Frecuentemente las personas formulan sus objetivos de forma negativa. Ejemplo: “Me da miedo fracasar” entonces su mente se enfoca en las múltiples formas de fracasar.

Marco-objetivo: Mantiene la atención en el objetivo y nos dirige hacia las soluciones y maneras de alcanzarlo. Desde esta perspectiva transformamos los problemas en objetivos.

Ejemplo: Problema: “Me da miedo fracasar”. El objetivo será “tener la seguridad de que voy a triunfar”, entonces me pregunto: ¿Qué me daría la seguridad de que voy a triunfar?, ¿Qué necesito hacer para tener la seguridad de que voy a triunfar?

Marco- como si: Acá la consigna es pensar que ya hemos conseguido el objetivo deseado. Desde acá puedo preguntarme: ¿Cómo me siento ahora que ya tengo el objetivo?, ¿Qué hice para lograr el objetivo?, ¿Para qué quiero logarlo?

El marco- enseñanza frente a los obstáculos: Acá los problemas se ven como enseñanzas. Ejemplo: No logré vender mi proyecto. Pregunta: ¿Qué pude haber hecho mejor?, ¿Qué fue lo que no les gustó?, ¿Qué puedo corregir para que les guste?

Situaciones personales:

Marco-Primera posición: Es lo que el problema me hace sentir a mí. Identificar la emoción que me genera. La intensidad de la emoción, puntuándola del 1 al 10, en el caso de que sea muy intensa, preguntarme ¿por qué me moviliza tanto la situación?

Marco-Segunda posición: Ponerme en el lugar del otro. ¿Cómo se sentirá el otro?, ¿Qué lo habrá motivado a actuar de X manera?, ¿Cómo interpreta mis conductas con hacia él/ella?, ¿Cómo se sentirá respecto a la situación?

Marco- Tercera posición: Ver la situación desde el punto de vista de un tercero, una persona que sea imparcial. Es como si alguien te contará esta situación que acabas de vivir, ¿Qué le dirías? O también puedes imaginarte que se la cuentas a una persona que admiras mucho, ¿qué te diría?

Marco- Cuarta posición: Ver la situación desde el punto de vista del sistema, ¿qué efecto genera en mi familia/ trabajo/ círculo social?

Y mi favorita, que sirve para todo:

Marco- espiritual: Salirnos de la perspectiva humana y ver más allá. Acordarnos de que somos seres espirituales y antes de venir, elegimos esas lecciones que veníamos a aprender. Desde ahí ver: ¿Qué es lo que ésta situación me está enseñando?, ¿qué he hecho ahora que antes nunca había hecho?, ¿para qué me está pasando esto?

Finalmente soy yo, quien elige cómo vivir las situaciones que me tocan vivir. Cambiar la perspectiva es una habilidad que se desarrolla con práctica y entre más lo hagas más rápido lo dominarás.

Foto por Jakob Owens on Unsplash