Guía para vencer el "No puedo".

 

El problema con el no puedo, no es que no puedas, el problema es que crees que no puedes, entonces no lo harás o no te esforzarás lo suficiente para saber si verdaderamente puedes.

Decir “no puedo”, marca un punto final, cierra una puerta y a la vez nos exonera de seguir intentando. Nos quita o libera de la responsabilidad de elegir; ya que ante un no puedo; no queda nada por hacer. Es el permiso perfecto para quedarnos en nuestra muy conocida y cálida zona de confort. Pero no te confundas que a la larga la zona de confort, aburre.

Muchas veces, nos sentimos víctimas de los “no puedo”. Los tratamos como verdades absolutas, cuando la mayoría de veces, son creencias que pueden ser modificadas; sobre todo, cuando tienen que ver con nuestras capacidades.

Pasos para vencer el “No puedo”

  1. Diferenciar sí tu no puedo, ¿es una creencia o un hecho?

Un hecho es una verdad absoluta, no tienen discusión para nadie y queda claro para todos. Mientras que una creencia es debatible y no es igual para todos. Por ejemplo: Si estás en la calle y ves a una persona que te dice: “No puedo dejar de fumar” o “No puedo despertarme temprano” es una creencia, porque no tienes como detectarlo y es debatible. Si te dice, “No puedo volar” es un hecho, por ser algo obvio para todos y no es debatible.

 

  1. Corrige tu vocabulario

Muchas veces el “no puedo” en realidad significa “me resulta difícil” y está ligado a una creencia que dice: “las actividades que realice no deben de generar incomodidad ni ser difíciles”. Difícil, no es lo mismo que no puedo. Pero al  verbalizar: “No puedo” mi mente,  acepta la cosigna y así se convierte en una profecía auto cumplida. Comienza corrigiendo tu lenguaje, en lugar de decir no puedo, di la verdad:” Me resulta difícil”, esto dejará abierta la posibilidad para que lo intentes.

 

  1. Sé paciente:

Separa tu gran objetivo, en objetivos pequeños. Por ejemplo, si quieres dejar de fumar: comienza por dejar de fumar en las mañanas. Reconoce tus logros por pequeños que sean. Es importante que tus objetivos sean alcanzables y no te pongas objetivos imposibles porque entonces puedes caer en frustración y eso no te ayudará. Recuerda, “el que mucho abarca, poco aprieta.”

Photo by Michael Prewett on Unsplash

 

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