Seguro conoces a varias personas, de quienes, sus historias ya no te sorprenden, porque siempre son las mismas. Por ejemplo: “El galán que siempre está con una mujer distinta”, “la chica plástica”, “el/la que siempre tiene una buena razón para que le vaya mal”, “el/la que nunca tiene tiempo”, etc.

Erick Berne y Claude Steiner notaron cierto patrón en la vida de la mayoría de las personas y consolidaron sus observaciones en la teoría de “Los guiones de vida”, donde cualquier malestar emocional; sean adicciones, depresión, manía, vació etc., no es una enfermedad, sino más bien el guion elegimos interpretar.

También puede llamarse “teoría de la decisión” pues, supone que las personas decidimos nuestro guion de vida en la niñez o adolescencia temprana. Como es una decisión nuestra y no un tema biológico, significa que pueden ser cambiados, sí así lo decidimos.

Nuestros guiones están influenciados por las personas más significativas en el comienzo de nuestras vidas, nuestros padres. Ellos son como una especie de deidad para nosotros y con nuestro inmaduro raciocinio aceptamos lo que dicen como verdades incuestionables.

Constantemente nos dan mandatos como: “no hables con extraños”, “no hagas ruido”, “no confíes en la gente”, etc. Y también atribuciones como: “es un niño inquieto”, “siempre ha sido tímida”, “nunca me hace caso”, “es un terremotito” etc.

La mayoría de los guiones son banales, esto significa que pasan desapercibidos por ser tan comunes. Así muchos de nosotros estamos orgullosos porque sentimos que estamos viviendo “buenas vidas”, donde bueno, significa normal.

Ser una “buena persona” fue definido por los padres, la sociedad, los medios de comunicación, etc.; quienes nos dan la ilusión de elegir entre las posibilidades que nos mostraron ¿Pero somos verdaderamente felices con nuestra vida?

También están los guiones trágicos. La minoría de las personas los tienen.  Estos se caracterizan por que no pasan desapercibidos. Todos los observan incapaces de advertir el trágico final que está por venir: la autodestrucción del protagonista.

No todas las personas tienen un guion. Esto significa que hay quienes decidieron quien querían ser en su vida con plena consciencia y que al Ser quien decidieron Ser, no han tenido que sacrificar su bienestar, autonomía, espontaneidad ni deseos.

Lo más importante en el análisis de guiones es el “aquí y ahora”. Por lo que, es más relevante preguntarnos: ¿Qué puedo hacer para liberarme de mi decisión de no confiar en nadie? En lugar de preguntarme: ¿De dónde viene mi decisión de no confiar en nadie, ¿de un mandato de mi padre o de mi madre?

Recuerda que fuiste tú quien eligió tu guion de vida y, por ende, eres tú quien puede cambiarlo.

Photo by Jad Limcaco on Unsplash

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